Si de pericos o loros hablamos, pues podriamos decir que este es uno de los más populares en Venezuela, es un ave que suele tenerse como mascota, encerradas o en semicautiverio, acción que está poniéndolos en peligro. En Venezuela y en muchos otros países, es ilegal y cruel tener esta especie como mascota.

En un área del noroeste de Venezuela se ha estimado una densidad de 5 a 89 aves / km². Existen algunas evidencias de que las poblaciones del continente están expandiendo sus áreas de distribución en respuesta a la tala de bosques para los ranchos y potreros. La presión local es fuerte en Venezuela, con dos razas isleñas, margaritensis y tortugensis, particularmente afectado (el primero sigue siendo muy numeroso, mientras que el segundo no lo está y está expuesto a severas fluctuaciones climáticas que afectan su estado); También es un ave perseguida en Venezuela como plagas de cultivos de maíz, sorgo, ajonjolí y girasol.